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Explora el mundo del personaje

Daniel Gutiérrez Ordóñez

Casillas de Berlanga (1125) Cacería de liebres. Ermita de San Baudelio[mural]. Madrid, Museo del Pra

Casillas de Berlanga (1125) Cacería de liebres. Ermita de San Baudelio[mural]. Madrid, Museo del Pra

se empiezan a escribir algunos manuales al respecto, por ejemplo el “libro de Montería de Alfonso XI”, rey de Castilla y León en el siglo XIV; sin embargo, ya existían textos relativos a la caza escritos por: Jenofonte, Arriano y Opiano en Grecia; o Gracio, Nemesiano y Calpurnio, en Roma.

Phoebus,Gaston (1406-1407),Imagen en el Livre de la chasse fol.83v París, Francia. edited

Phoebus,Gaston (1406-1407),Imagen en el Livre de la chasse fol.83v París, Francia. edited

En este tipo de actividad cinegética usualmente se han cazado mamíferos grandes como jabalíes, ciervos y osos por lo cual se considera que es caza mayor, mientras que conejos, aves, y zorros hacen parte de las presas de caza menor.

Procedente del Codex Manesse (1305-1340), Konrad von Suonegge. Heidelberg, biblioteca de Universidad

Procedente del Codex Manesse (1305-1340), Konrad von Suonegge. Heidelberg, biblioteca de Universidad

De Grecia encontramos también, en el “Anábasis de Jenofonte”, que incluso llegaron a cazar avestruces y gacelas, aunque también jabalíes. Esta actividad no era exclusiva de la nobleza, sino que también los demás ciudadanos participaban, generalmente para surtir a las fiestas de comida.

Autor desconocido (1490-1510) Grimani Breviary Mes de agosto. Venecia, Biblioteca Nazionale Marciana

Autor desconocido (1490-1510) Grimani Breviary Mes de agosto. Venecia, Biblioteca Nazionale Marciana

La cacería era un privilegio de la nobleza en Siena en tal medida que se encontraba Lorenzetti pintando los frescos, las autoridades capturaron a Martino di Agnolo y a Giovanni Pucci, al primero por cazar sin licencia y al segundo por estar transportando ilegalmente gran cantidad de cuerpos de animales de caza para venderlos, ambos fueron exiliados. (Starn, 1987, p.26). se debe resaltar entonces el carácter ilegal de la caza furtiva, que difiere mucho del arte de la caza, y que usualmente era llevado a cabo por las clases bajas. La cacería es un aspecto cotidiano de la vida noble sienesa, mas no era una cuestión de primera necesidad, debido a que la escases de bosques no permitía que fuese una fuente importante de alimento

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