El pastor siempre es relevante, es una figura presente en todas las sociedades sedentarias. En la edad media es un personaje distintivo por lo que representa, es único. Pues bien, el pastor vive entre lo rural y lo urbano, nunca está totalmente separado de una ciudad ni tampoco está tan cerca, vive en el hinterland cuando no vive en la trashumancia. Esa forma de vida lo lleva a aprender muchas cosas para su supervivencia; al convivir con la naturaleza, el perro se vuelve su mejor amigo; se hace astrónomo, para sobrevivir en esos pasajes de fábula; desarrolla otras habilidades como la afinidad musical o la poesía, habilidades atribuidas a los pastores.