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Las Artesanas del Textil
La elaboración de textiles abarcaba una amplia gama de trabajos, que iban desde la fabricación de la lana, el paño, el lino, la seda y el lienzo, hasta los múltiples procesos que estaban involucrados –como las tintorerías- en la confección de todo tipo de ropa. Aunque la mayoría de estas mujeres trabajaban en los procesos menos lucrativos –como la hilatura- las mujeres solteras, que vivían por su cuenta y que no tenían el apoyo de un esposo, no podían sobrevivir con estos trabajos. Por lo que constantemente buscaban convertirse en aprendices de algún taller o ingresar a algún gremio.
Comba Cañon, Lina Marcela
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A lo largo de la historia, miles de millones de mujeres se han dedicado a hilar, tejer, coser y bordar para ellas, para sus familias y para otros. Esta actividad se ha conservado a través de los tiempos, pasando por los egipcios, los griegos y los romanos; hasta llegar a la Edad Media. Las mujeres de la Baja Edad Media representaron una masa laboral activa -especialmente en las ciudades-. El incremento del trabajo y su continua especialización dieron paso a una economía familiar, en la que hombres y mujeres tuvieron trabajos distintos. Según esta lógica de “labores apropiadas”, las mujeres debían dedicarse a lo interior, es decir, a las labores de la casa. Entre esas, el sector del comercio relacionado con la elaboración de los productos textiles.